La segunda entrega de la cuarta temporada de Stranger Things llega a Netflix el 1 de julio. ¿Cómo vive su protagonista, todo un icono de la llamada Generación X?
POR NURIA HERNÁNDEZ - Vanity Fair
Winona Ryder fue en los años 80 y 90 uno de los grandes iconos de la conocida como Generación X gracias a cintas como Beetlejuice, de Tim Burton. La actriz cumplirá 51 años en octubre y aunque pasó unos años en el ostracismo tras algunos problemas con la justicia, regresó por todo lo alto a la primera línea gracias a Stranger Things, serie de Netflix que este 1 de julio estrena la segunda entrega de capítulos de su cuarta temporada. Winona Ryder comenzó a tomar clases de interpretación con 12 años y siempre suyo que lo suyo sería el cine aunque lo de ser una superestrella del celuloide nunca ha ido con ella.
La intérprete de Eduardo Manostijeras vive alejada
de los focos y apenas se deja ver cuando presenta alguno de sus trabajos. Pocos
saben que desde el año 2011 mantiene una relación con el diseñador de moda
Scott Mckinlay Hann. Él cofundó la marca Loomstate, una línea de ropa con
conciencia social que produce prendas sostenibles de algodón orgánico. Muy
preocupado por el medio ambiente, Hann es presidente del Comité Directivo de
Sostenibilidad del Council of Fashion Designer of America (CFDA) y miembro de
la junta del Council for Textile Recycling, además de ex dueño de otras marcas
como Rogan y Egan, esta última junto a Bono de U2 y su mujer.
Aunque en más de una ocasión le han preguntado a la
actriz si le gustaría pasar por el altar, pero parece que una boda no está en
sus planes. “Soy una monógama en serie. Preferiría no haberme casado nunca
antes que divorciarme un par de veces. No es que el divorcio tenga nada de
malo, pero no creo que pudiera hacerlo si esa fuera una posibilidad. Cuando tus
padres están locamente enamorados durante 45 años, tus estándares son muy
altos”, decía en People.
Junto a Hann vive de manera discreta entre Nueva
York y Beverly Hills. En Manhattan pasa la mayor parte del tiempo, ya que en la
ciudad de los rascacielos logra pasar desapercibida. Allí tiene un apartamento
de dos habitaciones en el Lower Manhattan. En Los Ángeles, ciudad a la que va
principalmente por su trabajo, cuenta con una bonita casa en Beverly Hills, un
hogar de estilo mediterráneo que decoró junto a su amigo el actor y diseñador
de interiores Kevin Haley. No le gusta el estilo de vida de Hollywood y nunca
ha pensado en vivir de manera fija allí. "La gente en Hollywood puede ser
mala… o malvada. Cuando tienes éxito, te consideran un vendido. Lo he visto
tanto en la música como en el cine independiente”, confesaba hace un tiempo.
Winona Ryder tenía también una casa en San
Francisco, donde pasó buena parte de su adolescencia y donde residen sus
padres, pero en 2020 decidió ponerla a la venta por casi cinco millones de
euros. Se trata de una preciosa casa de estilo Victoriano levantada en 1902 que
la actriz compró en 1995 por 1,3 millones y que cuenta con tres habitaciones y
tres baños y está situada en el barrio de Cow Hollow, una de las zonas más
lujosas de la ciudad californiana, y tiene vistas al Golden Gate y a la cárcel
de Alcatraz.