José Gómez Cerda
Presidente de la Asociación Dominicana de Periodistas y
Escritores (ADPE)
Las ideas creadoras del artista
forman las cosas, hacen lo real conforme al espíritu, su obra es él mismo en lo
que hace.
En poesía es una adivinación del
espíritu en lo sensible, es un hacer para deleitar la belleza, es idea
creadora, como una emoción que aparece traspasada en la inteligencia.
El arte comienza con la inteligencia
y la voluntad de elección.
El manantial espontáneo de las
imágenes, sin el cual no hay poesía, crece y nutre la operación del poeta.
Así se manifiesta un filósofo del
arte, definiendo que el objeto del arte es la obra que hay que conformar.
En el artista la idea creadora es una
emoción de la conciencia, con inteligencia, que se va engrandeciendo con la
voluntad de dar existencia, nacida de la materia, objeto de la creación.
No es materia, es la forma de la
obra.
Una de las características de la
poesía moderna es su progreso en la conciencia de sí misma, el espíritu de la
poesía, la sensibilidad de los sentidos invisibles, los misterios que se
comunican, la sensibilidad de la imaginación, aunque haya entrado en guerra con
la expresión del lenguaje y se separe un poco de la inteligencia.
Volver a encontrar al hombre y a la
verdad de su naturaleza, retomar contacto con la realidad terrestre y quizás
también con la realidad divina, y curarse de la avaricia y de una sensualidad
espiritual, demasiado a menudo tomadas por la pureza, es para la poesía de
mañana una terrible tarea, más difícil todavía, al parecer, por las circunstancias
de orden moral y social en que el mundo está colocado hoy día.
El artista pone en su obra lo que él
mismo es, no sólo lo que ve, sino lo que siente, en su esencia.
El espíritu poético en estado puro,
debemos situar en ese nivel a Arthur RIMBAUD entre los poetas que han hecho
pasar las fronteras del espíritu, él es el modelo de detenerse por la
desesperación.
El poeta Arthur Rimbaud fue un
personaje excepcional en la literatura francesa y en la literatura universal,
quién comenzó a escribir a los 10 años de edad, a los 15 compuso sus mejores
poemas, entre ellos figura « UN BARCO EBRIO », que entusiasmó a PAUL VERLAINE.
Luego ellos dos vivieron juntos en Bélgica y en Inglaterra, teniendo una
relación borrascosa y extravagante, tanto que motivó a Rimbaud a escribir en
prosa « UNA ESTACIÓN EN EL INFIERNO ». Su obra cumbre es « ILUMINACIONES »,
donde él proyecta un universo caótico.
Rimbaud es considerado « UN MÍSTICO
SALVAJE ». El encontró en el corazón de la poesía una pasión que no supo
soportar, buscó el salvajismo místico, alejándose definitivamente del arte
cuando sólo tenía 19 años, porque le faltó la espiritualidad.
El, que llegó a ocupar lo más
avanzado y precoz de la poesía, su inconsistencia espiritual lo hizo sucumbir,
buscó lo absoluto y no lo encontró.
Es necesario advertir que la grandeza
de la obra no depende sólo del poeta, sino también de su armonía con el mundo,
con el universo humano, recorrido íntegramente por una potente inspiración y
que alcanza por ahí una cierta unanimidad espiritual.
Es en el músico donde se verifican de
la manera más límpida las exigencias metafísicas de la poesía. En él, cuando
falta en esto, le falta una nota más.
El novelista es como el sabio que
trabaja en su laboratorio, sigue los pasos a sus experimentos; el novelista lo
hace con sus personajes, vidas humanas en la ficción o la realidad, el objetivo
es el conocimiento de la Persona Humana.
El novelista debe poseer valores y
principios morales para trasmitir leyes de una sociedad modelo, un gobierno
divino, sino es capaz de destruir la materia del arte. Novelistas como Malraux,
Francois Mauriac y Grahan Greene, se nutrieron más del conocimiento moral que
el poético.
El novelista es responsable de una influencia
prácticamente ilimitada. Sólo raras veces tiene por lectores a aquellos para
quienes se ha escrito el mensaje y que son un número pequeño. Él lo sabe, se
queja de ellos, pero se aprovecha, y sigue escribiendo.
Dostoievsky mezcla la carne y la
sangre de sus personajes y las hace vivas en ellos: sus ideas no son las de un
filósofo, ideas contemplativas: son las ideas de un artista.
Para el artista producir belleza debe
estar enamorado de la belleza.