Por Luis Danilo Santamaría
La confusión que deja un discurso ditirambo
Luis Danilo Santamara |
¿Qué es la lucha
contra el Cambio Climático? Una de las posibles respuestas
es ayudar a un país, a las comunidades, a la gente a entender la exposición a la que se está expuesto por
los cambios, ya sean éstos naturales o
forzados por la intervención imprudente del hombre y sus actividades, y a planificar formas para mitigar el
impacto y salvar vidas.
Si esto es así,
¿qué busca el autodenominado Comité Nacional de Lucha Contra el Cambio
Climático (CNLCC) de medio en medio, cuestionando licitaciones, contratos, asuntos técnicos y financieros alrededor del
proyecto de construcción de las plantas
de Punta Catalina? ¿Habrá en ese afán de
Enrique de León y demás integrantes del comité alguna estrategia, algún proyecto de prevención o mitigación
frente a un posible desastre ocasionado
por un cambio en el clima?
El activismo de
Enrique de León, cazando con la escopeta del oportunismo
en los alrededores del proyecto energético
Punta Catalina, nos trae a todos altamente confundidos. Uno entiende que no es
tarea específica de un comité, que dice preocuparle
el cambio climático, ocuparse ahora de asuntos técnicos, financieros y de ingeniería en el sector energético.
¿Es luchar
contra el cambio climático, por ejemplo, plantear que el gobierno
dominicano tendría que devolver US$200 millones que un grupo de bancos europeos prestó para el pago de los
fabricantes en Estado Unidos de la
turbina y la caldera de una de las plantas de Punta Catalina y para un adelanto al seguro del financiamiento acordado con esas entidades? ¿Dónde está la exposición de un plan de prevención y
mitigación de desastres relacionados al
cambio climático, con un discurso así? ¿Cambio
climático o cambio de planes?
En nombre del
cambio climático no es posible involucrarse en “cadenas humanas”
para reclamar destituciones de funcionarios; en nombre del cambio climático no se entiende que se venda la idea de
que está más preocupado por los asuntos financieros
internos del proyecto Punta Catalina, ni
que sea la preocupación principal de ese comité
cómo se contamina con informaciones por encargo, sin sustento técnico, científico ni administrativo para
demostrarlo.
En nombre del
cambio climático no es elegante politizar un mecanismo aceptable
de lucha comunitaria por el país y su seguridad ambiental, para convertirse en
vocero de una parte de los intereses que
no resultaron ganadores de la licitación pública
que convocó la CDEEE para construir Punta
Catalina. En nombre del cambio climático
no es posible que prospere un discurso
difamatorio en el que se sugiere poca transparencia en el proceso de licitación
de la central termoeléctrica.
No se entiende
como cambio climático que Enrique de León haya estado
años denunciando los resultados de una licitación pública, que fue auditada por una firma extranjera con
más credibilidad que el comité del Cambio Climático, las cadenas humanas, “Poder Ciudadano”, y los partidos que están
detrás.
El Cambio
Climático de Enrique de León debe entender que hay un refrán en
dominicana que reza “lo barato sale caro”. Y por encima de eso había requisitos
administrativos, técnicos y financieros en los cuales la competidora Gezhouba Group Corporation, no alcanzó
los puntos mínimos requeridos de más de
40, habiendo sido superada en todas las etapas
por las empresas que fueron escogidas por haber ganado la licitación sobre las bases en las que participaron
todas.
Un Cambio
Climático no debería dejar de preparar planes, proyectos para
salvar vidas y mitigar los impactos sobre los efectos del clima, para ocuparse de los ditirambos administrativos,
técnicos y financieros de un proyecto
energético, porque al descuidarse de su tarea
para la que fue el comité creado puede sorprender a la humanidad que se comprometió defender un efecto del
cambio climático sin la debida
orientación y asistencia del Comité Nacional de Lucha Contra el Cambio Climático.