RAFAEL
PERALTA ROMERO
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RAFAEL PERALTA ROMERO |
Quien
escuche a los funcionarios del gobierno
ponderando las condiciones del presidente Danilo Medina como gobernante,
no puede más que indignarse y correr
el riesgo de sufrir un accidente cardiovascular. Es tan evidente la
burla a la ciudadanía que hace rabiar al
más mesurado de los hombres.
Quizá los beneficiarios del gobierno hayan llegado a
creer que toda la población disfruta el
estado de bienestar del que ellos gozan. Como viven en la abundancia, no se percatan de
que el gobierno de Medina y del Partido
de la Liberación Dominicana está matando
de hambre a muchos dominicanos.
La
explicación más elocuente es la relación del aumento de precios en artículos
comestibles fundamentales en la dieta de los dominicanos, algunos de los cuales
han experimentado alzas de hasta 275 por
ciento. Un estudio preparado por técnicos agropecuarios del PRM (Partido
Revolucionario Moderno) ha demostrado la verdad de lo que afirmo.
He aquí una
muestra de los precios y sus aumentos exorbitantes, en el periodo entre
septiembre de 2013 y septiembre de 2015:
Una libra
de auyama, que costaba RD$8.00, hoy cuesta RD$30.00 para un aumento de 275%.
Una libra
de cebolla amarilla, que costaba RD$30.00, hoy cuesta RD$110.00, para un
aumento de 267%.
Una libra
de ají morrón, que costaba RD$22.00, hoy cuesta RD$60.00, para un aumento de 173%.
Un sobre
de café, que costaba RD$9.00, hoy cuesta 20.00, para un aumento de 122%.
Un plátano,
que costaba 9.00 hoy cuesta 20.00, para un aumento de 122%.
Un sobre
de leche en polvo de 150 gramos, que
costaba 45 pesos hoy cuesta 105.00, para un aumento de 133%.
Una libra
de batata que costaba 7 pesos hoy cuesta 15.00, para un aumento de 114%.
Una libra
de ñame que costaba 15 pesos, hoy cuesta
35.00, para un aumento de 133%.
La
República Dominicana, país de tradición bananera, ahora está importando
plátanos, un fruto cuyo valor nutritivo es cuestionado, pero que representa
un símbolo de la dominicanidad. Hervido (mangú) o frito (tostones) es elemento común a ricos y pobres, pero a estos
últimos los altos precios se lo tienen
prohibido.
Estos
niveles de precios en los alimentos demuestran que solo los ricos y beneficiarios
del gobierno pueden vivir. Al pueblo se lo está llevando el mismo demonio, pero
a quienes gobiernan no les importa otra cosa que no sea el mantenimiento de sus
privilegios, por vía de la reelección
del presidente Medina. Ellos están bien, sólo ellos.