El uso de aserraderos viola el marco
jurídico que rige los Parques Nacionales, que prohíbe la extracción y
aprovechamiento de materiales. La extracción de troncos quemados y derribados
perjudica al bosque en recuperación post incendio, en parte por el arrastre de
los troncos que altera los ecosistemas de microorganismos que trabajan en
regenerar la vida del bosque, causando un grave daño a las otras especies
vegetales y a los pinos pequeños del entorno. El sistema de transporte de los
troncos con maquinarias, deja una capa de petroquímicos altamente tóxicos para
el ecosistema del Parque Nacional, así como también el dióxido de carbono
quemado por las maquinarias y transporte.
El grupo #SOS expresa su preocupación y
enfatiza que “Debemos ser conscientes de la amenaza que constituye instalar un
aserradero en esta zona. No se trata dela simple posibilidad de lesión, sino de
la probabilidad de sufrir un mal irreparable y grave de manera injustificada”.
“La ley 64-00 estipula que le corresponde al
Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales velar por la preservación,
protección y uso sostenible de los recursos ambientales, y entendemos que la
instalación del aserradero y movilización de troncos, pone en riesgo 66
especies de aves, 48 de mariposas, 29 de reptiles y 17 de anfibios. Además 531
especies de flora de las cuales 138 son endémicas de la isla la Hispaniola.”
Organizaciones civiles como Santiago Somos
Todos, Fundación Moscoso Puello, Sociedad Ecológica del Cibao, Colegio Médico
Dominicano, Asociación para el Desarrollo de Constanza y la Unión Nacional de
Productores Agrícolas respaldan la iniciativa manifestando su preocupación
sobre las últimas acciones de este Ministerio.