Por Lincoln López
“Cada Ministerio con su mini-histeria”
Esa es una de las tantas frases expresadas por una
niña-personaje, simpática, inconformista, osada y luchadora social, creada y
dibujada como historieta de prensa por un argentino. Su popularidad fue tal que
traspasó las barreras nacionales convirtiéndose en un fenómeno mundial. Hizo su
primera aparición en la prensa en 1964; por lo que en este 2014, cumple 50
años.
El nombre de la niña-personaje principal de la
historieta: Mafalda. Su creador y dibujante: Quino.
“¿Y no será que en este mundo hay cada vez más gente y
menos personas?”.
Características del personaje: 6 años (al comienzo de
la tira), y 8 en el último libro. Por lo tanto, ella será siempre una niña. No
tiene apellido. Nacionalidad: argentina, específicamente de un barrio de Buenos
Aires. Su creador la considera una niña rebelde pero sensata. Contestataria
pero propensa a filosofar. Representa la aspiración idealista y utópica de un
mundo mejor, pero con cierto pesimismo. Siempre preocupada por la humanidad, la
paz y los derechos humanos. Entre sus “pasiones” están Los Beatles y los
dibujos de El Pájaro Loco (por supuesto, años 60), y entre las cosas que menos
le gustan: la injusticia, la guerra, las armas nucleares, el racismo, las
absurdas convenciones de los adultos…
“Tenemos hombres de principios, lástima que nunca los
dejen pasar del principio”.
Joaquín Salvador Lavado (Mendoza, 1932) es Quino, un
dibujante argentino, creador de Mafalda y otros personajes. Considerado un
maestro de las tiras cómicas, particularmente por la maestría de la narrativa.
Comparto el criterio de su biógrafo cuando dice que “Quino es un observador de
su tiempo y la naturaleza humana… hace un análisis crítico del mundo en que
vive y a través de sus historias y sus personajes de todo lo bueno y lo malo
que tenemos las personas”. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de la
Universidad de Cuyo. Mafalda empezó a publicarse en el periódico El Mundo. En
1968 llegó a Europa, primero a Italia y luego a España; donde su éxito fue casi
tan rotundo como en Buenos Aires. De ahí su popularidad la llevó al resto de
los países de habla hispana y posteriormente traducida a varios idiomas. A los
diez años del nacimiento del personaje su autor decidió no volver a dibujarlo.
“Una cosa es un país independiente y otra un país in
the pendiente”.
Quino demostró en su dilatada carrera profesional como
autor de historietas mucha imaginación, sentido del humor, capacidad de
síntesis y para captar y expresar las contrariedades individuales como las
vicisitudes sociales; y, lo más importante, logró empatía entre el interior de
Mafalda con el interior del lector a través del texto… Habló, vía Mafalda, de
guerras, de política, de sexo, de arte, de religión…
“(Rezando) ¿Está bien que nos haya hecho de barro,
pero por qué no nos sacás un poco del pantano?”.
Mafalda, “más que una historieta es una ideología que
redefinió la sátira política hispana para convertirse en la identidad de los
inconformes”. (M.L.P.).
“Nunca falta alguien que sobra”.