La Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (ASONAHORES) planteó que para poder competir la industria turística requiere un régimen fiscal que se corresponda con su condición de exportadora de servicios, y citando al Consejo Mundial de Viajes y Turismo aseguró que a partir del 2011 esta actividad recuperará el auge perdido por la crisis y llegará a producir al país ingresos por más de US$8 mil millones para el año 2019.
La señora Haydee Rainieri fue la oradora invitada al almuerzo mensual de la Cámara Americana de Comercio, y planteo el desarrollo del potencial turístico en los próximos 10 años es la oportunidad para crear un mercado en el que se duplique la demanda para la producción agrícola, agropecuaria, agroindustrial e industrial, crear 100 mil puestos de trabajo e incorporar al desarrollo áreas actualmente improductivas.
La empresaria pregunto si podemos creer en esta “promisoria oferta”, pero quien dude “debe volver la vista atrás y recordar lo que pensaba del turismo hace 14 años cuando no teníamos ni siquiera la mitad de los visitantes que recibimos hoy, y solo un tercio de los ingresos en dólares que logramos en el 2008”.
Refirió el panorama de hace 14 años, porque en 1995 fue la primera vez que un dirigente de ASONAHORES se presentó el tradicional almuerzo de la Cámara, ocasión en la que la organización empresarial vaticinó que en el año 2000 recibiríamos 2 millones de turistas y tendríamos 40 mil habitaciones y ocurrió que llegaron 2.4 millones de turistas y la oferta creció a 51 mil habitaciones.
En esa fecha también se estimó que el turismo se convertiría en el principal motor del desarrollo económica y primera fuente de divisas para la economía y el año pasado, dijo la señora Rainieri, según el Consejo Mundial de Viajes y Turismo, el sector generó de manera directa e indirecta el 14% del producto interno bruto dominicano, el 20% de las inversiones, el 13% de empleo y el 18% de las exportaciones.
La Rainieri dijo que en 1995 y ahora nuestro país no tiene “a mano ninguna otra opción tan prometedora como el turismo, capaz de dar una respuesta impactante a corto plazo”, pero reiteró la advertencia de hace 14 años de que es “necesario tener una estrategia y un plan de desarrollo turístico”.
Afirmó que todos los vaticinios sobre la industria turística se han “cumplido con creces” y es “el motor de la economía nacional” y se ha convertido en un “fundamental para el desarrollo” por su efecto en la generación de divisas, empleo, encadenamiento con otros sectores y atracción de inversión extranjera.
El reto es la calidad
La presidenta de ASONAHORES refirió que República Dominicana tiene la mayor oferta de habitaciones del Caribe insular y recibe el mayor flujo de turistas, por lo que somos líderes cuantitativos pero no cualitativos en la región, y también tenemos una baja posición competitiva. “Nuestro gran reto hoy es la calidad del servicio, la construcción de una oferta complementaria y el mejoramiento del entorno en las zonas turísticas” y superar las debilidades que se expresan, por ejemplo en el índice de clientes repetitivos que es de 15.8% (2007), “extremadamente bajo”.
Entre los factores que inciden en la imagen turística en los que tenemos dificultades la oradora citó la infraestructura física, la arrabalización del entorno, la renovación de la infraestructura hotelera, la cantidad y calidad de la promoción, la disponibilidad de recursos humanos, la oferta complementaria, la estabilidad social y la seguridad ciudadana.
Régimen fiscal
Planteó que la estrategia de desarrollo turístico debe orientarse a crear las condiciones para que mejore nuestra competitividad, y dijo que entre las variables a no dejar de lado están el gasto público en infraestructura y promoción institucional, y el tratamiento impositivo al sector que debe considerar el régimen de competencia internacional, además de que es “extremadamente difícil”, trasladar el impuesto al turista como consumidor final, a quien “no podemos obligar a pagar impuestos” porque no vive aquí y “tiene libertad para elegir entre cientos de destinos para vacacionar”.
Afirmó que los aumentos de costos provocados por la inflación o por aumentos impositivos, no siempre pueden ser trasladados nuestro consumidor, lo que obliga al empresario, a absorberlos con una consecuente caída en su rentabilidad.
¿Somos competitivos?
La señora Rainieri cito el índice de competitividad turística del Foro Económico Mundial, según el cual de 133 países evaluados y con una puntuación máxima de 7, nuestro país bajó del puesto 63 en el 2008 al 67 en el 2009, obteniendo una puntuación de 4. Baja que “pudo ocurrir por una de dos razones, o porque perdimos puntos o porque otros han ganado y nos han desplazado” y cualquiera de las dos es preocupante.
Informó que de nuestros competidores, Barbados está en la posición 30, Costa Rica en la 42, Brasil, en la 45, México en la 51, Puerto Rico en la 53, Panamá en la 55 y Jamaica en la 60.
Explicó que el índice se construye a partir de 73 indicadores que abarcan todos los aspectos que inciden en el turismo y estos, “sólo en 21 estamos en posición de ventaja competitiva”.
Recordó que en estos días aumenta las protestas por las malas condiciones de las carreteras, un indicador en el que ocupamos la posición 64 con solo 3.6 puntos; mientras que por ejemplo, Barbados, está en la posición 33 con 5.0 puntos. En la calidad de los servicios de transportación (taxis, autobuses, etc.) estamos en la posición 114, con 3.5. Y Barbados está en la posición 30 con 5.2.
Adicionalmente, dijo, tenemos un costo laboral del 64%, el más elevado de América Latina, superando ampliamente de manera especial el de competidores nuestros como México (37%) y Costa Rica (28%).
La señora Rainieri dijo que en la región de las Américas, excluyendo a Estados Unidos y Canadá, ocupamos la cuarta posición por llegada de turistas por vía aérea, y en el índice de competitividad estamos en la posición 11. Esto sustenta su afirmación de que “somos líderes cuantitativos en el Caribe, pero no lo somos en calidad y en competitividad”.