Redacción CDN
Sin decir una palabra salió el exdirector del Cestur, Juan Carlos Torres
Robiou, de la sala de audiencias, donde 10 testigos detallaron ante el tribunal
cómo se sustraían los fondos del Estado. Esto, a través de las nóminas, durante
la gestión del general.
Testificaron que recibían un promedio de 30 a 35 mil pesos mensuales por
nómina, de los cuales solo se beneficiaban con mil y 3000 pesos. Llegando
algunos a devolver la suma total a los denominados cabezas recolectoras, que a
su vez entregaban el dinero al coronel Rafael Núñez de Aza. Quien además el
Ministerio Público señala como cabeza financiera del entramado.
Las defensas de Torres Robiou, y del exdirector del Cuerpo de Seguridad
Presidencial (Cusep), Adán Cáceres, sostienen que los testimonios de los
testigos no afectan a sus clientes.
Sus defendidos, acusados de encabezar un presunto entramado de
corrupción, que a través de cuerpos castrenses habrían desfalcado con más de
4,500 millones de pesos al Estado.
La fiscalía continuará presentando testigos el próximo martes 5 de
noviembre. Día en que el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional fijó
la continuación de la audiencia.
Declaran que Núñez de Aza financiaba equipo de softball con nómina de
Cestur
Raúl Girón, imputado en el caso por corrupción denominado operación
Coral, se presentó a la audiencia con mejor aspecto que en las pasadas. Ahora
se cortó el pelo y se ve con menos peso corporal.
En la audiencia del juicio de fondo, Girón participó como testigo a
descargo del Ministerio Público como parte de las pruebas en contra de los
imputados de la operación Coral, los generales Juan Carlos Torres Robiou, Adam
Cáceres Torres, y el coronel Rafael Núñez de Aza.
Girón explicó a la jueza, nuevamente, como funcionaba las estructuras
corruptas en el Cuerpo Especializado Seguridad Turística (Cestur). En la
dirección de Torres Robiou; y del Cuerpo Especializado de Seguridad
Presidencial (Cusep), en la dirección de Adam Cáceres Torres.