Fausto Rosario - Acento.com.do
La Policía Nacional ni el Ejército han debido intervenir en las cuitas políticas
que suben y bajan en los alrededores del Congreso Nacional. Este lunes hubo un
grupo denominado Fundación Equidad y Justicia Social, que encabeza el
merenguero Johnny Ventura, simpatizante del doctor Leonel Fernández, que quiso
instalar un campamento en los alrededores del Congreso Nacional, y la Policía
Nacional le ofreció la oportunidad de hacer grandilocuente su denuncia.
Es un rejuego político, y el jefe de la Policía Nacional
debe conocerlo, y evitar caer en excesos y en trampas como la que lo convierten
en parte de un debate político, interno del Partido de la Liberación
Dominicana. El diputado Henry Merán, peledeísta y leonelista, encabezó a un
grupo de legisladores que se presentó a ofrecer apoyo a los interesados en
instalarse para hacer vida cotidiana en unas carpas alrededor del Congreso,
denunciando la pretendida reforma de la Constitución de la República de la que
tanto se habla, para permitir la repostulación, por segunda ocasión, del
presidente Danilo Medina.
Tanto Merán como otros diputados se convirtieron en las
víctimas de las actuaciones de la Policía Nacional y los miembros del Ejército
que allí estuvieron. Leonel Fernández, quien ya una vez compareció con una
turba ante la Procuraduría General de la República, luego de dejar la
presidencia en el año 2000, sabe lo que significa ser parte de un grupo díscolo
y dispuesto a aguantar garrotazos y empujones. Lo ocurrido frente al Congreso
Nacional este lunes fue mínimo frente a lo que ocurrido con el doctor Fernández
en el año 2001, frente a la Procuraduría General de la República.
“Rechazo
contundentemente el abuso cometido contra diputados y ciudadanos reprimidos hoy
en el Congreso Nacional en un acto inaceptable y violento que cercena la
institucionalidad y los principios democráticos de nuestro país. No habrá
marcha atrás en la defensa de la Constitución”. Este fue el mensaje de anoche
del doctor Fernández, tan pronto ocurrieron los incidentes.
Leonel dice defender la Constitución Dominicana, y
favorece que los ciudadanos acudan al Congreso Nacional y se creen campamentos
para evitar que se modifique la Constitución. Leonel anda buscando la
candidatura presidencial del PLD, y esa conquista -de acuerdo a su criterio-
depende de que la Constitución permanezca sin modificación, es decir
prohibiendo a Danilo Medina una nueva repostulación.
Policías y militares no hacen nada en el Congreso. Mala
decisión de quien decidió enviarlos para evitar que se instalaran las carpas.
Ese lugar ha sido escenario de marchas, cercos, carpas y concentraciones. No
hay que impedir que se hagan otra vez. Si existe un proyecto de reforma de la
Constitución que siga su curso, se completen los procedimientos que la propia
Constitución establece. Leonel y sus seguidores están actuando políticamente, y
en consecuencia habría que actuar para responderles.
Es más, Leonel Fernández está demostrando que tiene un
plan y que sus agallas son más atrevidas de lo que otros habían pensado. Está
intentando evitar que el poder lo aplaste, como una vez él mismo hizo con
Danilo Medina, cuando derrotado por el aparato del Estado, dijo que «me venció
el Estado».
Leonel ha sido partidario de una Constitución que
contemple un período de gobierno y una sola reelección. Igual al modelo de los
Estados Unidos. Y que quien ejerza dos veces la presidencia se retire a
escribir sus memorias y a realizar otras actividades, fuera del poder. Leonel,
sin embargo, ha sido presidente en tres ocasiones, y está aspirando a una
cuarta oportunidad para ejercer la presidencia de la República. No es cierto
que esté defendiendo la Constitución. Está defendiendo su derecho a ser
presidente de forma permanente. Fue él quien dijo que el PLD gobernaría hasta
el 2044, de forma continua.
Leonel no está defendiendo el derecho de Temístocles
Montás, Reinaldo Pared, Francisco Domínguez Brito, Andrés Navarro o Carlos
Amarante Baret, todos peledeistas, y que no han sido presidentes de la
República. Está defendiendo su derecho a volver a la presidencia por cuarta
ocasión, y utiliza el argumento de que defiende la Constitución. Danilo ha
ejercido la presidencia una vez, y se encuentra en el ejercicio de su segundo
período. Si Danilo no puede, porque la Constitución se lo prohíbe, tendría que
trabajar para que otros peledeístas con tradición, formación, juventud y
lealtad a su partido demuestren que sí es posible cambiar y alternarse en el
ejercicio del poder.
Lo ocurrido este lunes ha sido un atropello inaceptable,
y un error con consecuencias políticas. Como la oposición política está ausente
del debate, se entiende que todo cuanto ocurre es atribuible a la contienda
interna del PLD. Y no está bien que Leonel Fernández diga que defiende la
Constitución, cuando en realidad busca su repostulación como candidato del PLD.