RAFAEL
PERALTA ROMERO
rafaelperaltar@gmail.com
Después de
la aplastante aniquilación de sus adversarios
internos y eliminar, a troche y
moche, el precepto constitucional que
impedía la repostulación del presidente Danilo Medina, los seguidores del
mandatario andan borrachos de
triunfalismo. Parecen creer que la población
valora el actual gobierno igual
que ellos.
Prueba de
ello es la petición del ministro de
Industria y Comercio, José del Castillo Saviñón, quien propone que el Partido
de la Liberación Dominicana (PLD) convoque una asamblea del comité central para proclamar a Medina
como el candidato presidencial para las elecciones de 2016. En ese partido se
hablaba antes de congreso elector, para este asunto.
Del Castillo
considera al presidente Medina como un fenómeno político, al tener un porcentaje
de popularidad “abrumador” en su tercer año de gobierno. Tener alta aceptación sería un verdadero fenómeno
para un gobernante que no ha resuelto
problemas fundamentales del pueblo: desempleo, crisis energética,
inseguridad ciudadana…
Con la atropellante alteración a la Constitución, el actual
gobernante se coloca en capacidad de
competir por la candidatura en su
partido. Pero el doctor Leonel Fernández, presidente del PLD, no ha perdido su
derecho de optar por la misma posición. La democracia implica participación, competencia, disenso.
Algunos vinculados a Medina andan diciendo que
Fernández, ex presidente de la República, no levantará más cabeza. Olvidan que el
liderazgo comprado no es duradero, y el Presidente se ha agenciado adhesiones a
pura concesiones de recursos materiales. Conviene a Danilo Medina disminuir el efecto de lo que pasó en el Congreso Nacional.
El joven
ministro -hijo de un buen amigo- hace
referencia a que el presidente Medina,
como candidato, aparecerá en la casilla
de la mayoría de los partidos políticos que participarán en el certamen del 15
de mayo del 2016. Y eso, precisamente, no es bueno para la democracia,
pues es demostración de avasallamiento.
Al
Presidente le falta vencer al doctor
Fernández o convencerlo de que no se presente al congreso elector del PLD. Si
llegara a ser el candidato, Medina sólo no aparecerá en la casilla del
PRM (Partido Revolucionario Moderno) y otros grupos que con éste formarán la Convergencia por un
Mejor País. La democracia no es así.
Falta decir lo que ocurrirá con los fondos que
asigna el Estado a los partidos
políticos. El candidato peledeísta se beneficiará
casi de la totalidad por haber
absorbido al Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y
al Reformista Social Cristiano (PRSC), los cuales junto al PLD recibirán más de 644 millones de pesos.
Cuando una cosa no aparece, en
Miches, mi pueblo, se le suele ubicar en
un lugar quimérico llamado Guaza. Por ahí anda nuestra democracia.