Por Henry Osvaldo Tejeda Báez
El lunes en la tarde, me puse a ver por Internet las noticias del Listín Diario, y vi este titular: "José Reyes acuerda contrato por 106 millones".
¡Diablos! Sólo vi ese pedacito del titular y desde que lo leí casi me da un "yeyo", y cuando me repuse me "mandé" en una carrera "alocá" hacia la casa de ese grande amigo mío a buscar "lo mío".
Me dije: "aquí tan los cuartos de las navidades".
Cuando vi al Dr. Reyes en la galería de su casa le dije, con toda la dulzura de la que es capaz un ser humano de baja autoestima, de esos que hacen un reconocimiento a un desconocido, al que hace apenas meses que lo conocen (Un saludo al alcalde de La Romana y a Don Mario Lama).
- Hola Doctor (así, cantaíto). ¿Me dijeron que usted llamó a mi casa y que me quería ver; aquí estoy a sus órdenes siempre?
- No Henry, no te he llamado desde hace mucho, es más, ni tengo tu teléfono registrado en mi celular.
Ahí mismo se me bajó la nota. Ahí mismo le empezaron a salir alas a todos los planes que había hecho con "esos cuartos" que, de manera segura me iban a caer en las manos por parte del Doctor, ya millonario desde que firmó ese contrato.
Ni leí bien el asunto del contrato ese que firmó el Doctor Reyes; no sé si fue para montar un consultorio o para qué pues lo único que vi fue lo que me interesaba, es decir "lo mío", lo que me corresponde
por... ¿Porqué me corresponde dinero? Bueno, no sé, solo asumí que me correspondía algo y con eso me bastó, no me voy a tostar el cerebro pensando en esa "pendejá".
Si hubiera sido yo el beneficiario del contrato, lo más seguro es que yo le hubiera llevado "lo de él", aunque fuera un vino bueno y caro como los que él se "atuella" (léase, bebe) junto con unos "tragadetó" que trabajan en un programa en horas de la tarde, en una estación de radio de La Romana.
Pues bien, me quedé absorto en mis pensamientos, pero ya con el moco pa'bajo. El "auto" de la estima se me volvió una chatarra vieja en un momento; las francachelas que tenía organizadas con Elpidio y un par de buenos amigos más, se volvieron misas con viejas rezando, o novenarios a muertos (rezaítos).
¡Carajo! No puedo creer que el Dr. Reyes con 108 millones de pesos en los bolsillos estuviera relajando con "lo mío". No sé qué es lo que está pensando -me decía estando frente al Dr.- para decirme: _Henry, espera un momento, entraré a mi oficina de la casa porque tengo que entregarte algo". Cuando pensé eso, se me pusieron los ojos vidriosos y pensaba: "Bueno, ya casi, casi".
Quería preguntarle al Dr., si era cierto lo del contrato y de esa "cacharrá" de cuartos pero tenía vergüenza, no vaya a ser que fuera yo tan obvio de ir a su casa "dizque" a saludarlo, aunque en realidad fui a buscar "lo mío".
Me desesperé, ya no aguanté más y me paré "en dos patas", como el caballo del Llanero Solitario y le dije: ¡Arre Plata! Noo, perdón, fuel al Dr. Reyes que le dije hola. ¡Ay, esta edad no perdona!
- Hermano del alma -Así abordé al Dr.- supe lo del contrato que logró usted conseguir por una bagatelita de 108 millones de pesos; ¿No habrá pensado usted en las navidades de ciertos amigos?
- ¡Pero Henry, chacho'el diablo! ¿De qué millones tú me estás hablando? ¿De qué contrato me estás hablando? ¿Cuando en mi vida he visto yo tanto dinero junto que sea mío? Ya yo vi que a ti hay que llevarte pa'l 28.
¡Anda pa'l pipo! ¡Anda pa'la semilla! Ahora si "toy" cogío por la guardia'e Mon. Eso pensé rápidamente pero me repuse y le dije: Doctor, es que vi en un diario digital que usted había hecho un... ¡Espera, espera loco del carajo! ... -No me dejó hablar-
- Yo también leí esa información -dijo el Doctor-, pero no se refería a mí, sino a José Reyes, el pelotero de los Marlin de la Florida. ¡Se te peló el billete, ja ja ja ja ¿Por qué no te quitas esas greñas, para que el cerebro coja aire y puedas leer bien y completar las informaciones?
Desde que el Doctor dijo eso, me vino a la cabeza el merengue de Los Kenton que dice: ♪♪♪ Ay, Doctor, ♪♪ay Doctor♪♪♪ Debo en el colmado, debo el pagaré¡¡¡ yo que había pensado gozar mis tres meses...♪♪♪ Debo hasta la vida, mas los intereses ♪♪ ¡Ay, Doctor, aaay doctor ♪♪♪♪♪..pararararapanpan pan ♪♪♪
Nota del autor: Como siempre, mis chácharas se publican primero en el blog http://elpidiotolentinosinlimites.blogspot.com/ del periodista Elpidio Tolentino, como gesto de agradecimiento por ser él, quien me dio la primera oportunidad de escribir para el público.