Redacción El Caribe
En 2012, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 21 de marzo como Día Internacional de los Bosques, y 2013 fue el primer año en que se celebró oficialmente.
La fecha se eligió porque el 21
de marzo coincide con la entrada de la primavera en el hemisferio boreal y con
la del otoño en el austral.
Cada año se escoge un lema o
tema para esta jornada, que para el que transcurre es “Bosques y Salud”.
Directa o indirectamente, los
bosques aportan beneficios importantes para la salud de todas las personas,
incluso para las que viven en poblaciones urbanas.
El impacto de los bosques en la
salud humana es tal que, en primer lugar, actúan como sumideros de carbono y
producen oxígeno, lo que ayuda a mejorar la calidad del aire que respiramos.
Esto es especialmente importante en las zonas urbanas, donde la contaminación
del aire es un problema grave de salud pública.
Los árboles y las plantas ayudan
a filtrar el agua, eliminan impurezas y reducen la erosión del suelo, lo que
mantiene la calidad del agua en ríos y arroyos.
Son esenciales para la
conservación de la biodiversidad, porque proporcionan hábitats para una amplia
variedad de especies animales y vegetales, crucial para mantener los
ecosistemas, lo que a su vez tiene un impacto positivo en la salud humana.
Además de su papel en la calidad
del aire y la biodiversidad, ofrecen una amplia gama de beneficios para la
salud humana, como un lugar tranquilo y relajante para caminar, hacer
senderismo o simplemente disfrutar del entorno natural, que reduce el estrés y
la ansiedad.
También proporcionan productos
útiles para los humanos como plantas medicinales y diversos tipos de frutos.
Es una jornada ideal para crear conciencia sobre los enormes perjuicios que acarrea la tala indiscriminada de árboles, la desaparición de enormes masas boscosas a manos de desaprensivos que se lucran con esa actividad, lo que provoca que las altas temperaturas sean cada vez peores debido al desmonte generalizado.