El rector de la Universidad Nacional Pedro Henriquez Ureña, arquitecto Miguel Fiallo Calderón, entrega al Director General de Migración, mayor general ( ERD ) Rubén Darío Paulino Sem el diploma que lo acredita como Visitante Distinguido de esa casa de altos estudios. Le acompaña el Sr. Raúl de Moya.
Los métodos de asignación de escaños son fórmulas matemáticas, que buscan traducir los votos a escaños en la forma más cercana a la realidad y, se pueden establecer por ley, empero no por encima de lo que dispone la Constitución: es decir, son un método de asignar cuando la Carta Sustantiva no ha hecho la asignación, en el presente caso, el diputado que representa a la minoría es una garantía constitucional, que el Método D’Hont, ni la JCE pueden variar.
La fórmula matemática es útil cuando distribuye los diputados proporcionales que corresponden a la densidad de la población como dispone el artículo 81; es poco útil cuando se usa para distribuir los diputados nacionales, puesto que es la Constitución, de nuevo, que dispone su distribución entre las organizaciones que no hayan obtenido representación: en resumen, en nuestro ordenamiento constitucional hay tres tipos de diputados, aunque con igual prerrogativa: los proporcionales que surgen de la representación proporcional, los de minorías, reservados y los nacionales, que son diputados de ajuste para evitar la pérdida de votos de las organizaciones pequeñas y sin representación.
Esa lógica obedece a que en un Estado Social y Democrático de Derecho la base es la pluralidad política y, esta solamente se garantía cuando todos los ciudadanos, las mayorías ganadoras y las minorías perdedoras, se integran a las tareas públicas y al control del Gobierno: democracia es Gobierno de mayorías con respeto de las minorías.
Esas garantías, ajenas al desorden electoral y a las denuncias de fraudes, están siendo destruidas por la JCE y el TSE, dos de los principales errores de mi amigo Leonel en ocasión de la Reforma Constitucional del 2010, cuyo comportamiento ha afectado seriamente el avance que esa Constitución representa: - con excepciones - una Norma moderna administrada por cavernícolas que no entienden, ni desean comprender, ni el abc de las ciencias políticas y de ordenamiento constitucional: el resultado es lo que tenemos, un descredito general que ilegitima a las autoridades. Algo muy malo para la democracia.