Con la aprobación del Senado del plan de gastos para 2016, republicanos buscan enfrentarse a Obama.
Tras la aprobación un plan de equilibrio presupuestario por parte de republicanos en el Senado, el Congreso se posicionó para luchar durante meses contra el presidente Barack Obama sobre recortes en el gasto y el desmantelamiento de su ley de salud.
Los senadores aprobaron el plan por 52 a 46 votos, apoyando una medida similar al presupuesto que la Cámara de Representantes aprobó el miércoles.
Ambos presupuestos se aferran a una visión conservadora de la contracción de los déficits federales proyectados por más de cinco billones de dólares durante la próxima década, sobre todo mediante la reducción de la atención de salud y otros programas de beneficios, sin aumentar los impuestos.
El Senado comenzó un receso de primavera tras la aprobación de la medida, por lo que las dos cámaras del Congreso, ambas dominadas por republicanos, negociarán un compromiso presupuestario a mediados de abril.
La legislación es un plan no vinculante que no requiere la firma de Obama, pero sienta las bases para futuros proyectos de ley que parecen destinados al veto del presidente.