El Cañero

25 de mayo de 2008

LOS VECINOS DE MONSEÑOR RAMON BENITO DE LA ROSA

Por: Dr. Antonio Cedeño Cedano
eltemplodelaverdadyelderecho@hotmail.com
Mi querido amigo, Ramón Benito de la Rosa. Arzobispo –Obispo de Santiago, en UN MOMENTO, extraído de sus múltiples momentos de ocupaciones pastorales, religiosas, sociales, literarias; citamos: Ya los antiguos decían que el vecino es el mejor familiar.
En ciudades en la que las personas tenían una gran cercanía el vecino siempre fue significativo; y acudía ante muchos problemas primero que muchos familiares.Fray Bartolomé de Las Casas, en su Historia de las Indias, cuenta que los indios de la tribu-vecinos- se reunían y preparaban casabe-cacabi, para avituallar la carabela, que mandaban a Cristóbal Colon a Santo Domingo.
Sería en 1943. Tenía unos ocho años y vacacionaba en la sección de Bonao, paraje Anamuyita de este municipio. Allí hacían convite, o junta para tumbar, talar o habitar un conuco.Los agricultores aportaban una jornada de trabajo, que se equiparaba al día, para cortar arroz secano, recoger habichuelas y efectuar la siembra. Lo que tenía lugar en la casa del vecino participante que suministraba la comida. Así el vecino aportaba un día al otro vecino en forma de trueque en naturaleza, debido a la falta de dinero para efectuar el pago, recuerdo como vecino, mis funciones de servir agua en morros, blancos e higiénicos, a los que cortaban arroz secano, en un conuco de mi tío Ovidio Cedano.Continua Monseñor de la Rosa, se ha dado una forma moderna de vecindad las juntas de vecinos, incluso en la Republica Dominicana, se dedica un día a la Junta de Vecinos, una nueva expresión de vivir la cercanía y la necesidad que tenemos unos con los otros...
Es cierto que las juntas de vecinos, abarcan todo el país desde la antigüedad, Raymundo Suárez (salcedense), conocía de memoria la carta escrita por un miembro de una junta que cortaba arroz, en Salcedo y me la enseñó en 1953, la cual trataré de reproducir de memoria.“Señorita reicontemplando la línea que vengo ajibanando pati, te digo que dede que te vi en ei conuco de mi tío Santiago mi corazón izo tiqui taqui tiqui taqui como esa cosa que usan lo pueblita pero con Dio delante y ei cosecho ma atra daremo una socoya y caigamo en casa ei cura y de allá vengamo ma liao que un maco y una culebra” Escribo, señorita: contemplando las líneas que vengo hilvanando para ti, te digo: que desde que te vi en el conuco de mi tío Santiago; mi corazón hizo tic-tac, tic-tac, como el reloj que usa la gente del pueblo, pero con Dios delante y el cosecho abundante, daremos un salto a la iglesia del sacerdote, quien nos unirá en matrimonio con la bendición de Dios.Se trata de la inteligencia y sabiduría del campesino rebozante de amor.
Así es Monseñor Ramón Benito, la sicosociología del dominicano y la junta de vecinos.

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