Centroamérica y caribe 4 de junio de 2024. El
desarrollo global de la Inteligencia Artificial (IA) ha sido uno de los temas
que ha protagonizado la escena tecnológica en los últimos años, especialmente
en los entornos empresariales. Solo en América Latina, se espera que para el
año 2025 las 5000 empresas más importantes de la región dediquen más del 25%
del gasto básico en TI a iniciativas de IA, según estimaciones de IDC.
A pesar de su innegable éxito, el desarrollo
de la IA ha venido acompañado de un inevitable debate acerca del impacto de
esta tecnología en las personas, los empleos y la sociedad, una discusión que
se puede asimilar a la que se generó en los primeros días de la computación en
la nube, cuando la transición generó preocupaciones sobre seguridad,
rendimiento y funcionalidad.
Sin embargo, las barreras no eran tanto
técnicas como de percepción y la resistencia provenía del temor al impacto en
los empleos, la relevancia de los roles y la identidad profesional. “Esta
transición representó una oportunidad para generar seguridad y garantizar que
los profesionales de TI tuvieran acceso a oportunidades de capacitación y
desarrollo, más allá de los temores que se pudieran generar a raíz de la
novedad”, destaca Marcela Perilla, presidente de SAP para la región Norte de
América Latina y el Caribe
Marcela agrega que lo mismo ha pasado con la
IA, ya que esta tecnología también ha tenido un gran impacto, y aún más en la
vida cotidiana. En materia de empleo, las estimaciones apuntan a que la IA
permitirá la creación de 133 millones de nuevos empleos para 2030, según el
Banco Mundial, mientras que el impacto para la economía podría alcanzar los 15
billones de dólares con corte al mismo año.
Este impacto esperado hace que sea crucial
que tanto empresas públicas como privadas desempeñen un papel fundamental para
asegurar que los beneficios de la IA se extiendan a todos. A continuación, les
presentamos tres recomendaciones claves de SAP para asegurar que nadie se quede
atrás en la carrera de la IA.
Recomendaciones para garantizar una
transición inclusiva:
1. Comenzar desde la confianza:
La confianza en la tecnología es fundamental.
Para lograr una adopción generalizada, es esencial que la IA se utilice de
manera deliberada y transparente, evitando sesgos y garantizando la seguridad,
privacidad, cumplimiento y ética en su aplicación. En Ecuador, por ejemplo, se
estima que el uso de herramientas de IA en entornos laborales ha alcanzado a 4
de cada 10 empleados, con un 33% de empleados que utilizan estas herramientas
casi a diario, según un reciente estudio.
2. Cerrar la brecha de habilidades de IA:
Con la rápida innovación en IA, es crucial
brindar educación y capacitación continuas para evitar que los trabajadores
tecnológicos se queden rezagados. Esto incluye aprovechar al máximo los
programas de formación disponibles, lo cual ayudará a reducir la brecha de
habilidades y facilitará la adopción de soluciones tecnológicas.