El irrespeto de los estudiantes hacia los maestros va desde insultos hasta agresión con objetos. “Uno le lanzó un zapato a su profesora, pero no se pudo suspender”
Santa Marte
Santo Domingo, LD.- El comportamiento que
están mostrando muchos estudiantes en las escuelas del país está preocupando no
solo a los maestros, sino a la sociedad en general. Y es que a raíz de que
circulara en las redes sociales un video donde unas estudiantes mostraban parte de sus intimidades, son más
de una las historias que se escuchan sobre la situación que se vive en los
centros educativos.
Algunos lo atribuyen a la permisibilidad que
hoy día se permite en las escuelas, donde ya no se puede sancionar a un
estudiante y someterlo a disciplina por su mal comportamiento, lo que le da pie
a ellos para que lo siga repitiendo. Otros entienden que es un reflejo de lo
que ven en la sociedad
“Hay una indisciplina muy grande, son muy
desorden, ni se respetan ellos mismos ni respetan al profesor, unos con otros
no se están considerando, hay mucha violencia”, dice una mujer que se hace
reserva de su nombre. Ella vendía meriendas y golosinas en una escuela y el
comportamiento que estaban experimentando los estudiantes la obligó a suspender
el negocio cuando uno de ellos incluso le dio una bofetada porque no quiso
regalarle una golosina.
El irrespeto de los estudiantes hacia los
maestros va desde insultos hasta agresión con objetos. “Uno le lanzó un zapato
a su profesora, pero no se pudo suspender”, se quejó la mujer, quien entiende
que no se le puede pedir a un niño que dé algo que en el hogar no lo aprende.
“Pero es la pérdida de valores que se vive
hoy día, acompañado de la crianza en hogares disfuncionales, con niños con
evidentes problemas de comportamiento. Allá había un niño tan violento que para
fugarse se volaba por la pared, y para que no se fugara tuvimos que poner malla
y nos cansamos de ir al distrito para que tomaran medidas y lo que nos dijeron
era que la educación era inclusiva, y lo que lo llevaron fue a orientación,
pero no se pudo hacer nada en ese caso, al final la madre tuvo que terminar sacándolo
de la escuela”, narró la mujer al indicar que desde los 5 años los niños van
desarrollando ese comportamiento.
Hoy día los educadores también se enfrentan
al dilema de si corregir o no un estudiante, porque cuando lo hacen encuentran
la afrenta de un padre que también se le aparece en la escuela a reclamarle por
qué lo quemó o suspendió.
La situación mantiene a profesores y
empleados en una situación de tensión, debido a que esos niños se les enfrentan
a los maestros y ellos no pueden hacer nada.
“Es una violencia demasiado marcada, a un
nivel tan extremo que el otro día una niña llevó un cuté de juguete, parece que
se pusieron a jugar con otro niño y al cuté se le rompió la cabecita, el niño
la cogió y la entró en un lápiz e hirió
a un compañerito con el que se puso a pelear y le dieron 10 puntos”, contó
indignada la señora al señalar que los maestros están todos disfónicos, porque
es más lo que hablan para que los niños hagan silencio, que lo que trabajan en
las aulas.