Por Henry Osvaldo Tejeda
No creo en religiones, ni nada que se le
parezca, no creo en nada sólo en la tierra que piso, pero ya que la iglesia
católica insiste en hacer su bulto anual de Semana Santa llamado “SERMÓN DE LAS
SIETE PALABRAS”, y dada la influencia que aún conserva en la población, voy a
dar mi visto bueno a lo que dijeron en ese sermón, porque se refirieron a temas
puntuales y neurálgicos del país.
Hablaron de la corrupción, de los políticos,
de los congresistas, de los medios de comunicación y de los periodistas que se
venden al mejor postor y/o que tienen sus cabezas alquiladas para distorsionar
verdades; a este punto es donde quiero llegar con el preámbulo.
Hace un par de días (como lo hago cada
mañana), escucho la primera media hora de la Z101, El Gobierno de la Mañana.
Esa media hora está a cargo del periodista de larga data Álvaro Ravelo Hijo,
quien, a veces habla cosas de interés
para el país y otras veces se las pasa transformando en próceres a políticos
corruptos.
Hoy, le cogió con satanizar el famoso
"Sermón de las Siete Palabras de la iglesia católica. ¿Por qué lo hizo?
¿Por qué no estar de acuerdo con todas las verdades que dijeron esos curas su
bulto anual? ¡Sencillo! Esos curas le dieron en la madre al propio Álvaro
cuando dijeron:
(Cito) "..... los medios de
comunicación, que lejos de estar al servicio de su pueblo y dar información
auténtica y veraz se han convertido en objetos que se venden al mayor postor y
bailan al ritmo que le toque a quien les paga y del puro sensacionalismo, sin
importarle la ética y la búsqueda de la verdad". -Fin de la cita-
Eso le ha dolido tanto a ese "vendedor
de comentarios", a ese "hacedor de próceres", a ese otorgador de
dignidad ajena a quien no se la merece ni la tiene", en fin, a ese
mercader de la opinión pública.
Lo escucho todos los días y lo que oigo veo
en él, no es otra cosa que un insensato y distorsionador de realidades, se las
ha pasado defendiendo políticos desacreditados a los que llama próceres. Dígame
usted si no es una distorsión o que algo debe estar pasando con él para
llamarles próceres a personas como el ex presidente Leonel Fernández, al
senador Félix Bautista, a Diandino Peña y a todo el que se "cantea"
aunque sea de la peor calaña.
Todas esas personas, con dignas del respeto
de la población, según las palabras de ese comerciante, al que sólo le faltan
ponerse un turbante al estilo árabe.
El
último "cliente" que se consiguió lo es, el ex secretario de
Obras Públicas Díaz Rúa, quien está en estos momentos las está pasando negras
por haber sido sometido a la justicia por supuestos desfalcos y actos de
corrupción que se dieron en su gestión como administrador de los fondos de la
Secretaría de Obras Públicas, es decir, los malos manejos que supuestamente les
dio a los fondos que el Estado puso en sus manos para mejores fines.
Ese ex funcionario de la administración de
Leonel Fernández, está feo para la foto y "desgreña'o" pa'l video,
por eso, se ha puesto en manos del hacedor de "inocentes" y
fabricante de "chivos expiatorios", fabricante de “presidenciables”,
quien, ni corto ni perezoso, se dio manos a la obra y tiene ya un par de
semanas diciendo todas las bondades de su cliente.
Pero Álvaro no dice nada de lo que se le
acusa, pues se ha sino que, se ha supeditado a decir que ese es un hombre
bueno, que unos envidiosos se han ensañado con Rúa, que “todo cuanto se mueve
en el país, es Díaz Rúa quien tiene la culpa”. Dice que hay otros que han hecho
de todo y que ahora andan sueltos, que el país hay corruptos desde cuando
Lilís, que se pongan a investigar los gobiernos del PLD, PRD, PRSC, pero que
dejen a ese hombre tranquilo. ¡Increíble, lo que hace el dinero!
Ya ven ustedes, por qué este periodista le ha
caído encima a la iglesia Católica que, no es santa de mi devoción)
específicamente, por el Sermón de las Siete Palabras que este año,
"acabaron" con los políticos corruptos, los periodistas y los medios
de comunicación que se venden y se alquilan al mejor postor.
Yo sé que él sufre de una enfermedad en
estado terminal, cuyo costo en medicamentos y gastos médicos son muy elevados y
él no cuenta con los recursos necesarios para hacerle frente a esa situación.
Pero eso no quiere decir que tenga que perder
la dignidad. Él puede recibir ayuda de todas esas mismas personas a las que
defiende (que no son los buenos de este país), sin necesidad de distorsionar la
realidad de las cosas.
¡Sea digno, señor Arvelo!, por lo menos, al
final de una brillante carrera en la que desafortunadamente, ha mezclado usted
el patriotismo con lo ruin, la sabiduría con lo pedigüeño, sus valores
personales con lo miserable.
La verdad es que, siento mucha pena y mucha
lástima por este hombre que, aún actuando como lo hace, sigue siendo valioso;
lo digo de corazón.
Un día dijo, que los que han entregado,
regalado o vendido nuestros recursos naturales a empresas extranjeros, deben
ser fusilados, pero se le olvida que, el principal entreguista, el que regaló
nuestra mina de oro por jícara de coco, por un reconocimiento a su persona y
por otras cosas que se sabrán con el tiempo lo es, Leonel Fernández.
Hasta ahí no llega el señor Arvelo porque
cuando se trata de un "cliente' de tantos recursos y tan poderoso, la
guillotina no debe bajar hacia ese cuello. En el caso de Leonel, Álvaro sólo
condena el hecho por deberle favores al que lo comete.
Sólo una persona a la que le estén pagando,
puede catalogar de próceres a personajes que, por sus acciones contra el pueblo,
están hoy más que desacreditados y están sufriendo el escarnio del pueblo como
lo son: Leonel Fernández, Félix Bautista y
Díaz Rúa entre otros muchos.
Una de las grandes metidas de patas de este
hombre, que tiene tanto tiempo luchando a favor del pueblo, es la de santificar
a corruptos que usan sus “servicios” creyendo que les basta la boca suya para
santificarlos ante el pueblo al decir que ellos son unos santos o que pueden
comprar la honra y la dignidad que nunca han tenido.
La otra metida de pata es, despotricar contra
quienes están denunciando la corrupción de sus “clientes”. Eso es algo que me
duele de este hombre al que vengo oyendo y leyendo desde hace décadas. Ahora me
doy cuenta de que, así como hay ex general, ex presidente, entre otros ex, también
hay ex patriota, ex digno, ex serio y hasta, ex hombre bueno.