Cuando la mujer gana más que su pareja, el impacto en la relación no siempre es negativo, pero sí depende de varios factores clave
Laura Ortiz
Güichardo Diario Libre
Santo Domingo - En los
últimos años, el panorama laboral ha cambiado, permitiendo que cada vez más
mujeres alcancen posiciones de liderazgo o roles empresariales con salarios más
altos que los de sus parejas.
Ante esta
realidad, surge la pregunta: ¿esta diferencia de ingresos beneficia o perjudica
la relación? Consultamos a Julio Sánchez, terapeuta familiar y de pareja de
@mentalmenterd, para conocer la respuesta.
No siempre
es una condena
Cuando la
mujer gana más que su pareja, el impacto en la relación no siempre es negativo,
pero sí depende de varios factores clave. Según el profesional, en relaciones
donde existe una comunicación abierta y donde no hay roles de género estrictos,
la diferencia salarial no suele causar conflictos.
Sin embargo,
cuando el dinero se asocia con poder, estatus y autoridad, pueden surgir
tensiones dentro de la pareja.
Sánchez
aclara que en estos casos "suelen surgir resentimientos o un cambio en la
dinámica de liderazgo, lo que en ocasiones desemboca en conflictos sobre la
toma de decisiones y la percepción de autoridad dentro de la relación".
Cuando el
dinero cuestiona la masculinidad
El rol de
proveedor ha estado históricamente vinculado a la masculinidad, lo que puede
generar en algunos hombres sentimientos de inseguridad cuando la mujer gana más
dinero. Para ellos, esto suele percibirse como una amenaza a su identidad
dentro de la relación.
"La
probabilidad de que esto suceda aumenta en hombres que provienen de familias
donde el dinero ha sido una representación de poder y responsabilidad
masculina", señala Sánchez.
Esta
inseguridad en ellos puede desencadenar frustración y una baja autoestima. En
algunos casos, pueden manifestarse conductas como el distanciamiento emocional
o la necesidad de reafirmar su autoridad en otros aspectos de la relación, como
la crianza de los hijos o la toma de decisiones dentro del hogar.
"Para
algunos hombres, la diferencia de ingresos puede generar inseguridad,
haciéndolos sentir que su valor dentro de la relación ha disminuido"
Julio César
Sánchez
Terapeuta familiar y de pareja
El impacto
en la sexualidad
La sexualidad
de la pareja puede verse influenciada por la diferencia en los ingresos,
aunque, según el profesional de la conducta, no es tanto la cantidad de dinero
lo que impacta, sino cómo se maneja emocionalmente esta diferencia dentro de la
relación.
"Algunos
hombres pueden sentir que han perdido parte de su ´autoridad´ o atractivo si
perciben que ya no cumplen con el rol de proveedor, lo que podría afectar su
deseo y desempeño sexual", explica.
En el caso de
las mujeres, si a la carga económica se suman responsabilidades familiares y
laborales, el estrés tiende a reducir su interés en la intimidad.
Además, si la
mujer asocia el dinero con el atractivo masculino, es probable que experimente
una disminución del deseo sexual hacia su pareja al percibir que él no cumple
con este rol económico.
Consejos
de experto
Para evitar
que esta diferencia salarial afecte la relación de manera negativa, Sánchez
ofrece varios consejos prácticos:
Replantear el
concepto de "proveedor". Es necesario romper con la idea de que el
hombre debe ser el principal proveedor. La relación debe verse como un equipo
en el que ambos contribuyen de diferentes maneras: económica, emocional y en la
gestión del hogar.
Fomentar la
comunicación abierta. Hablar sobre el dinero sin tabúes ni juicios es clave.
Expresar cómo se sienten respecto a la diferencia de ingresos y encontrar
soluciones en conjunto evita que se generen resentimientos o malentendidos.
Distribuir
responsabilidades de manera equitativa. El dinero no debería definir quién
tiene más poder dentro de la relación. Las decisiones deben tomarse en conjunto
y siempre en función del bienestar mutuo.
Cuidar la
admiración y el respeto. La admiración en la pareja no debe estar basada en el
dinero, sino en el esfuerzo, la dedicación y la conexión emocional. Expresar
gratitud y reconocimiento fortalece la relación.
Separar el
dinero de la intimidad. La diferencia de ingresos no debe convertirse en un
factor que afecte la conexión sexual y afectiva. La atracción y el deseo se
alimentan de múltiples factores, más allá de lo financiero.
Buscar apoyo.
Si la diferencia de ingresos está generando conflictos constantes, acudir a
terapia de pareja puede ser una herramienta clave para trabajar en la relación
y encontrar una dinámica que funcione para ambos.
"En
definitiva, el dinero no tiene por qué ser un problema si la pareja aprende a
manejarlo con madurez y comunicación, redefiniendo roles con
flexibilidad", concluye Sánchez. "La clave está en recordar que lo
que define una relación no es quién gana más, sino cómo ambos construyen su
vínculo y se apoyan mutuamente".
No hay comentarios:
Publicar un comentario