7 de septiembre de 2014

Danilo Medina

Por Dr. Enrique Miguel Seijas
Ex Senador por La Romana

Dr. Enrique Miguel Seijas
Hay eventos y decisiones que marcan la vida de un país, que vienen a surgir como actos solucionadores de problemas vernáculos, que si se realizan sin contar con el esquema de globalización que hoy nos arropa, de por si se constituyen en problemas, que llega a afectar reciamente las bases de una nación.
En corto espacio de tiempo, ha habido dos decisiones de organismos diferentes, que han puesto a la república en situación de dificultad, y ha permitido que sectores minoritarios se constituyan en vanguardistas de un ultranacionalismo, lejano, a todas luces:
 La primera la ya famosa sentencia TL/0168/13 de nuestro Tribunal Constitucional que en síntesis dicta, que los hijos de extranjeros sin residencia legal permanentes nacidos en territorio dominicano, no son titulares de la nacionalidad de este país.
Al mismo tiempo que establece un proceso de regularización de los registros de actas del estado civil desde 1929 hasta el 2007, ordenando la creación de libros-registro especiales de nacimiento de extranjeros; y la segunda la ley del congreso nacional que declara como parque nacional a loma miranda, contraponiéndose a una obligación contractual y constitucional, que colocaría de nuevo a República Dominicana contra la pared en organismos nacionales e internacionales.
Hay que destacar, que con esta ley el PLD actuó con irresponsabilidad dejando llegar hasta el poder ejecutivo algo, que por obra del populismo fue posible.
En ambos casos ha habido una respuesta firme y decidida del presidente Danilo Medina, en primer lugar con el plan de regularización de extranjeros, que cumple con el mandato de la ley de migración y la ley sobre naturalización, que es evacuada por el Congreso Nacional al ser sometida por el ejecutivo luego de una amplia gama de consultas y búsqueda de consensos en diversos sectores de la sociedad dominicana, inspirándose esta en principios fundamentales que rigen al estado en el orden, el respeto a la dignidad humana, a la libertad, a la igualdad, al imperio de la ley, a la justicia, a la solidaridad y convivencia fraterna.
Con el veto presidencial, de la ley que pretendía declarar loma miranda como parque nacional basado en aspectos de orden constitucional, legal y contractual, que harían inviable esta acción congresional.

Lejos de jugársela, el presidente Danilo Medina, en ambos casos se creció como estadista, demostrando una vez mas que está ahí para ejercer su prerrogativa, que en los dos casos, ha conseguido sacarle las castañas del fuego a la republica dominicana.

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