El Cañero

4 de mayo de 2016

Opinión: Algunas de mis vivencias estudiantiles y profesionales

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Capítulo XXV
Joaquín Balaguer.
Joaquín Balaguer. (El Caribe )
Precisiones

1.- Al terminar este trabajo quiero precisar que los adversarios al doctor Balaguer durante su régimen de los doce años no eran santos ni demonios, pura y simplemente eran dominicanos y dominicanas que consideraban que el gobernante representaba el pasado, el trujillismo, la contrarrevolución de abril y la intervención de 1965 y que por tal razón había que enfrentarlo por todos los medios y aplicando todos los métodos, pacíficos y violentos, sin importar las circunstancias.

2.- De igual manera, el doctor Balaguer, desde su punto de vista, consideraba que contra sus opositores políticos también tenía que utilizar todos los métodos sin importar que fueran odiosos, despóticos, inhumanos, crueles y salvajes. Este criterio le llevó a decir, en un discurso que pronunció por televisión, que la oposición a su gobierno no era un nido de palomas, sino una cueva de cacatas.

3.- Yo siempre estuve consciente, como abogado, durante los doce años del gobierno del doctor Balaguer, que no todos los acusados por la Policía eran inocentes. Esto me motivó, una vez hubo cambio de gobierno, a escribir un artículo en La Información del 19 de septiembre de 1978, con el título «El men y El Curío», en el cual dije, entre otras cosas: Durante el régimen que presidió el doctor Joaquín Balaguer asistimos ante los tribunales del país a 2,056 personas acusadas por asuntos políticos. Como abogado siempre tomamos en cuenta para defender a un preso político el hecho de que no hubiera participado en un acto terrorista, conforme resultara del estudio que hiciéramos del expediente. No preguntábamos a qué partido político pertenecía el acusado. Nos bastaba que el amigo o familiar que requería nuestros servicios nos explicara que estaba preso por cuestiones políticas y nosotros convencernos de que el detenido no era un terrorista. Tampoco tomábamos en cuenta a qué partido político pertenecía la persona detenida. Defendimos presos políticos de todos los partidos: PRD, MPD,PCD, PACOREDO, CORECATO, Voz Proletaria, Línea Roja, en fin, de todos los partidos que se oponían al régimen y que sus miembros eran acusados por cuestiones políticas. Así, en defensa de los presos políticos, visitamos distintos tribunales del país, desde Santiago hasta Pedernales, desde San Pedro de Macorís hasta Puerto Plata, desde San Francisco de Macorís hasta Dajabón, en fin, fuimos desde la República Dominicana hasta la Unión Soviética y Estados Unidos de Norteamérica, tocando puertas en defensa de los presos políticos…

4.- La generalidad de las personas a las cuales defendí ante los tribunales penales por cuestiones políticas todavía viven; a ninguna de ellas, ni a sus familiares, les cobré un centavo por concepto de honorarios o servicios profesionales. Les defendí por solidaridad, convicciones políticas e ideológicas y mi compromiso como profesional del derecho.

5.- No guardo ningún rencor por las acciones represivas que los distintos gobiernos y autoridades policiales, militares y civiles han tomado contra mi persona, las he aceptado como formando parte de la lucha social y política en la cual he incidido, aceptando previamente las consecuencias que entraña el accionar político y social.

6.- Si hoy tuviera que volver a recorrer el camino de mis actividades políticas de cuando era estudiante, o el tránsito en la brega por los tribunales penales en defensa de prisioneros políticos, lo retomaría nuevamente y con más fe.

7.- Quiero dejar constancia que la carta de fecha 10 de noviembre de 1980 que le remití, entre otros, al Sindicato Nacional de Periodistas Profesionales, de quienes recibí respuesta el día 19 de noviembre 1980, precisamente el mismo día de mi detención.

8.- Todo aquel que quiera tener conocimiento directo de lo que he expuesto en los distintos capítulos le basta con recurrir a la fuente de información que cito en las notas al calce de cada capítulo. Algunos documentos reposan en los archivos personales del autor y están a disposición de quien quiera hacer uso de ellos con fines de cualquier investigación seria que pueda servir para elevar la conciencia cívica nacional.

9.- En la relación que he hecho de los distintos casos penales en los cuales intervine durante el gobierno de los doce años del doctor Balaguer, no figuran algunos de relevancia, como el expediente del atraco al mensajero de Rentas Internas en Santiago, sobre el cual ya escribí en una serie relacionada con los casos especiales que defendí en la época a que me he referido. 

10.- Creo que todo dominicano o dominicana está en el deber de dar a conocer lo que sabe con relación a hechos que han transcurrido en el país y los cuales no son conocidos por jóvenes que hoy cuentan con 30 o 40 años de edad. Nadie puede considerarse con derecho a tener el monopolio de la verdad. http://www.elcaribe.com.do

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